martes, 30 de julio de 2013

No hay nada mas lindo que empezar un libro, dejar que las letras que entran por los ojos de apoco se desprendan para formar imágenes y hacer un propio film de lo que vas ingiriendo. Que te agarre esa emoción cuando vas llegando al desenlace, introducirte en la piel del personaje principal y comerte las hojas, ya dejando simplemente de concentrarte en los párrafos, sinendo ahora parte de la historia. Sos la voz en off de cada página, y sos aquel que nunca quiere terminar. Tan principiante tu intelecto que te sorprenden esos finales que no son los de Holliwood.