Las miradas que descansan en la lluvia
desnudas
en el oscuro infinito
y en la infinidad del placer
que desvive el tiempo
y lo desarma, para que el tiempo mismo deje de existir.
Nos consume el deseo
nos digiere
nos atrapa y crea el mejor lazo inexistente hasta el momento, pero que nunca dejará de fluir.
como la lluvia que muere
y el sol que renace, con ella despertando.
Juego de palabras.