Borradores de pared

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Solo una de las dos alas de la ventana abierta.

El Jazz acompañante de mis mudos pensamientos que se suceden junto con el agradable aroma de las flores.

La lluvia y el sonido danzante que la atraviesa galopante sobre el plástico de los aires que las contienen, uniéndolas unas con otras sin poder volver a pensarlas como únicas, cada cual diferente por el alma que las baja, desnudas, desde un cielo repleto. Agua como imán que da vida a un cuerpo, hipnotizado si se quiere recrear la escena de ese momento, por el cálido agudo de la trompeta.