domingo, 16 de octubre de 2016
Habia algo que me impulsaba y al mismo tiempo hacia desaparecer toda voluntad de resistencia. Una caricia me tomaba lentamente de los pies, escalaba por mis mis piernas, las doblaba placidamente. No era capaz de entender la sensación de bienestar. Nisiquiera hubo tiempo para hacerle al viento preguntas.
El pecho contra el piso respiraba al mismo tiempo que la tierra me abrazaba, completa.
Sonreí incluso en el momento en que el alma tejía sus raíces con una profundidad atónita, rasgando el suelo al igual que un rayo.
Sobrepasar los limites de la union.
Complicidad.
Picardia en la risa que viaja sola por el aire, una vez abierta la jaula de la boca.
Risa muda que se enreda con tantas otras.