Las interminables luchas concebidas en cada abrir de ojos, en cada cerrar de ojos, en cada dimensión a la que me disponga a viajar. Las situaciones que llevo de un lugar a otro, que se anticipan y que se reproducen luego. Me admito asombrada ante hecho en si. La sorpresa del primer acto. Las lagrimas de la ignorancia y las sonrisas por el descubrimiento. El poder creativo del mundo que nos disponemos a construir para nosotros mismos. La búsqueda constante de la felicidad absurda. Las ganas de la existencia de un camino sin polaridades. La violencia repentina que generan los procesos al sentirnos incapaces de poder atravesarlos.
Crecer con el dolor que implica que se vayan estirando los huesos. Un dolor metafórico que se trasluce en los movimientos de accionar que realiza el cuerpo ante cada decision, apaciguada por la inocencia, eterna, de jugar a vivir.
"Son espejismos que aumentan la sed."