lunes, 3 de abril de 2017


Soy la diosa de este sitio de ventanas que se abrenaveces no se cierran, porque no se cierran una vez que ya sabes quien te espía por detrás? Es tan fuerte el blanco del sol que se escurre y el calor que aprieta y me dibuja las patas del gallo que no deja de cacarear por mas que tape con los dedos los oídos, introduzca los indicesel caracol comienza a caminar con una lentitud que me hace apretar los puños y sonar los huesos que resuenan y ya casi estoy bailando el malambo de esta tierra que ha sido mi madre. La baba comienza a bajar por la garganta y los mocos transparentes siempre han sido una ilusión de un resfrío dictaminado por los médicos que no creen en la magia. Y tengo el cuerpo dividido en dos mitades espejadas. Junto las manos en el pechoel corazón me mantiene en sueños como pendulo hasta que el viento cambia de presion y me tira hacia atrás, pegando la columna al suelo. Cada vertebra enamorada de las tablas de madera, amor obsesivo que no deja escurrir el aire, y rompe teorías de la física de que los atomos no se tocan porque están encerrados al vació, y esta se tocan tanto que se genera un nuevo cuerpo entre la unión de la madera y la carne. Se van amando y soy una masa de algo deforme pero extremadamente bello. Pido disculpas por no ser lo suficientemente concreta para que entiendas desde la razón el porque de todos estos objetos que se han unido es esta bola de cemento, animales, plantas, etcéteras, etcéteras. Pido perdón por moverme y hacerte avanzar. No era intencional que la masa te coma también, pero resulta que somos la misma cosa en realidad. Capaz no lo entiendas todavía, te beso las tripas y consuelo la agonía que te hace levantar las cejas.