miércoles, 4 de marzo de 2015

Abuso de conciencia


Esta casa en la que vivo se asemeja en todo a la mía: la disposición de las habitaciones, olor del vestíbulo, muebles, luz oblicua por la mañana, atenuada al mediodía, soplada por la tarde; todo es igual, incluso los senderos y los arboles del jardín, y esa vieja puerta semiderruida y los adoquines del patio.
Cambien las horas y los minutos del tiempo que pasan son semejantes a las horas y a los minutos de mi vida. En el momento en que giran a mi alrededor, me digo: << Parecen de veras. ¡Cómo se asemejan a las verdaderas horas que vivo en este momento! >>
Por mi parte, si bien he suprimido en mi cas cualquier superficie de reflexión, cuando a pesar de todo el vidrio inevitable de una ventana se empeña en devolverme mi reflejo, veo en él a alguien que se me parece. ¡Sí, que se me parece mucho, lo reconozco!
¡Pero no se vaya a pretender que soy yo!¡Vamos!
Todo es falso aquí. Cuando me hayan devuelto mi casa y mi vida, entonces encontraré mi verdadero rostro.


Jean Tardieu.