Es el miedo a lo increíble lo que nos deslumbra en esa milésima de segundo en que pareciera que la palabra Verdad te entra entera en la cabeza, y te chocas con lo maravilloso del mundo en una sola imagen clara de la totalidad del cosmos que se expande eternamente en el tiempo constante e imparable como el desenlace de una idea fugaz que dura el instante creativo.