Avancé únicamente dos pasos después de tener el precoz recuerdo de un golpe de la niñez. 
Me frene solamente dos segundos a parpadear un poco mas de costumbre y desenredar el plano secuencia de veinte segundos reloj vida, comprimido en una milésima de segundo de un mundo extraño.
Había dejado de respirar para meterme de lleno en las sensaciones de las reconstrucciones de un tiempo anterior.

Corrí con el cuerpo solo dos metros y no podía seguir caminando.

Solo podía pararme hasta los limites de los bordes de mi reflejo.

Me encierro en el cuadrado que me dejo la distancia, un cuadrado donde se recortan, de mi propio cuerpo, la mitad de mis pies.

No tengo pies en este mundo, los deje en la otra vida.

Deje solo unas cuantas fetas de pie sobre el piso del comedor, cerca de la que era mi silla en el espacio que fui parte.
Deje solo unos retazos de dos pies que caminan solos. Y yo me veo entero pero ¿Los del mundo pasado verán solo esos pocos centímetros de carne que deje? 
No me puedo mover, necesito esperar a que venga alguien, y asi entender donde es que me encuentro.

Capaz pida ayuda.
Lo mas probable es que salgan corriendo.

Si yo me encuentro con dos medios pies en el living de mi casa, saldría corriendo, sin duda…. O tal vez me quedaría esperando enfrente a ellos, aguardando a que aparezca el 95% de cuerpo que falta.
Jugaría a encajar mi cuerpo con los pies inmóviles.

Parecen propios de mi cuerpo, intento acercarme, pero no puedo moverme.

No puedo moverme y no puedo avanzar.

No puedo sobrepasar los limites de mi imagen, y me encerré en un plano relativamente entero, pero con la excepción de mis pies.

Perdí los pies.

Los perdí.

En realidad me los olvide, en el otro mundo, por estar jugando a encajar cuerpos ajenos.