Llegué al punto en que estaba lista y el universo me hizo su regalo mas preciado. Me envolvió en infinita luz, en un espacio sin paredes ni limites de distancia, donde solo era capaz de sentir calor. Me quitó el cemento de edificios, las ropas que me cubren, los miedos, la ansiedad, y me acogió con la mas hermosa claridad. Me transformó completa en el ser sensible que soy hoy, dándome paso hacia el acercamiento furtivo de mi real YO.
Aun no soy capaz de poner en palabras hacia donde esta puesta exactamente mi búsqueda, pero puedo afirmar que se encuentra dirigida hacia un aprendizaje personal, el cual se va gestando al mismo tiempo que preparo mi partida de las cadenas que me atan al "deber ser" impuesto por una sociedad que me meció la cuna de la comodidad, intentando que caiga dormida. Pero la estrategia tuvo resultado. El estruendo de la cuchara contra el piso que ha caído de mi mano adormecida me despertó del ensueño que se asomaba y ahora puedo describir detalladamente la realidad formada en el limbo erosionado entre los dos mundos que se repelen. Y mi ahora se encarga de la fusión entre ambos, siendo conector de las descargas y variaciones de frecuencias.
Juego a adivinar cual es el fin de todo esto y me arriesgo a decir que camina de la mano con el compartir y el amor sin barreras. El lugar exacto de la intersección de caminos de cada persona. Despertar de conciencia. Es ahí que vamos arrastrados por el flujo incesante del agua que nos lleva al lugar de la llave que abre la puerta conectada a los diferentes espacio-tiempo.
A llenarnos del sol que nos pega en la cara, de la la luna y sus escondidas, del viento que nos habla y se escurre vergonzoso. Del movimiento repetitivo de las capas de arena que se arremolinan cuando las olas se arrastras de vuelta a casa desde la orilla.
Resulta tan fácil abandonarlo todo cuando se sabe hacia donde se camina, descartando el cuerpo pesado y conviertiéndome en alguien más, sin dejar de ser menos.
Se va haciendo mas fuerte el sonido de los pasos, los sentidos se agudizan y le abro el paso al desconcierto, siendo más que bienvenido. Tus dos mitades se hicieron una y ya no hay contradicción.
No todos estás listos para comprender, dado que el sentido común de la humanidad cabalga en tiempos diferentes, pero toda caricia llega al niño que duerme en cada uno. Solo resta remover las capas que lo mantienen oculto en las profundidades mas remotas.