Sentí en mi cuerpo la construcción del individuo. Un ser sin contradicciones cuyos miles de yoes estén en armonía. Aquella persona ha visto en el reflejo, a través de su centro, no de sus ojos, que él mismo es hombre y mujer, que cada cuerpo posee su lado femenino y masculino compartiendo un mismo espacio, que hay otros como él que se han visto bajo la imagen de la perfección al igual que la naturaleza madre. Estoy hablando de una visión física que se hace evidente en este plano, no me refiero a la imagen mental. Esto se aprecia en este mundo tangible.
Un árbol me ha habitado, ha sido mi casa de niña. La moral social me fue borrando la memoria, pero no las sensaciones y emociones que yacen escondidas en la casa oscura del inconsciente.
Hoy revivo bajo el manto de mi mundo, la comprensión de lo salvaje en la carne, sin juicios ni declaraciones con dedos que disparan, apuntando directo a vos. Sin voces que te hablan apoyados en los hombros sin permiso y te programa para que construyas con tus manos marionetas una cárcel mental que te sofoca.
Pulso y veo el aire que se acomoda en los completos alrededores que se disipan.
Mis dedos poseídos por una música de un tiempo que ya ha muerto.Viajando en las vidas, saciando las ansias carnívoras del todo que he sido.
Hay que prestarle plena atención a las palabras que se repiten. Hay que ser consciente del momento en que se resignifican. Ahí hay algo que te esta mostrando el velo que cae.
No hay lugar para los locos que la definición los encerró en el personaje.
No entres si no quieres ver la muerte de tu ego, saltando al vacío de la mas hermosa de las caídas.
Cada vez entiendo mas hacia donde me dirige la corriente.
No escucho el afuera. Mis oídos duermen bajo el agua.