jueves, 8 de febrero de 2018



-Tranquila doctora, en realidad la llame porque quería charlar. La gripe es lo de menos, capaz ya se este acercando a neumonía, pero hay cosas mas importantes que me gustaría que usted sepa de mi. Pero ya habrá tiempo, usted siéntese, pongase cómoda, y permitame desenvolverme como si esta fuese su casa, y no la mia.

Puedo apoyar mis cosas por aquí?

Vamos doctora, es logica pura, de esa que usted ya conoce y oye repetir en las voces de sus pacientes diariamente, casi como si fueran fotocopiados los unos a los otros, con esa mirada de miedo en sus ojos pensando que se aproxima la muerte de su chiquito, o lo que es peor, la de ellos mismos y la llaman a usted para que les meta algún palo por sabe que orificio y les mida la temperatura de su alma a ver cuan esclavos son, y cuan frustrados se sienten. Y ahí usted empieza a tomar nota. Básicamente lo que intenta decir entre esas lineas que casi nunca se entienden nada y que son como jeroglíficos de alguna cultura aun no descubierta, es que sus cuerpo se ha manifestado de la forma en la que pueden para hacerles notar que hay algo que esa luz que llaman espíritu, o no se que, no aguanta mas!
Entonces volviendo a  mi pregunta, usted debería contestar, como buena paciente dentro del rango social con el cual podemos generalizar en uno solo individuo, casi único y con millones de estructuras mentales creadas que usted no tiene ni la mas salida idea, que puedo dejar parte del decorado de mi personaje sobre la pequeña mesada sin ningún problema.
Una vez mas. Vamos, con ese carisma plástico, responda luego de mis lineas:
-Puedo apoyar mis cosas por aquí?

- Si.. no hay problema.... Espere un segundo, no se que estoy haciendo. Estoy confundida, vine por trabajo y si usted no responde adecuadamente me voy a t....

-Doctora no se precipite, tranquila. Solo déjeme decirle cuan absurdo es todo lo que esta sucediendo, y si tiene dos dedos de frente, me dirá que concuerda conmigo y le pedirá perdón a sabe que Dios si todavía es creyente de la vida misma. Tal vez hasta deja de darle de comer en la boca al lobo atrás abandonar el automático movimiento de recetar tantos colores y nombres innombrables que no se corresponden bajo ningún concepto con todas esas ecuaciones perfectas que tiene siempre preparada la naturaleza para acoplarse con total suavidad en su parte del cuerpo adolorida.
Doctora, no demuestre semejante obviedad de la generación en que ha nacido, y amigues un segundo con el tiempo. No corra tanto que luego ya se olvida hacia donde se dirige y tropieza de cara al suelo.Venga pongase cómoda y vuelva a ocupar su lugar.